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martes, 5 de septiembre de 2017

Una habitación propia. Virginia Woolf.

FICHA TÉCNICA DEL LIBRO:


  • Nº de páginas: 192 págs.
  • Género:Ensayo.
  • Encuadernación: Tapa blanda
  • Editorial: Seix Barral
  • Lengua: Castellano
  • ISBN: 9788432217890



BIOGRAFÍA DE LA AUTORA:   
(Adeline Virginia Stephen; Londres, Reino Unido, 1882 - Lewes, id., 1941) Escritora británica. 
 Virginia Woolf fue hija de una eminencia, Sir Leslie Stephen, quien fuera editor, novelista, biógrafo, filósofo, historiador, crítico literario y hasta alpinista; y de Julia Prinsep Jackson quien provenía de una familia famosa por sus bellezas que dejaron su impronta en la sociedad como modelos para los artistas prerrafaelistas y los primeros fotógrafos. Julia Prinsep Stephen posó como modelo de la princesa Sabra, retratada por Edward Burne-Jones, en 1866.
                                                                                                        Virginia con su padre
Madre de Virginia


                      Virginia con su madre en foto de                           arriba y abajo.       

                                     Virginia                      adolescente  
Tanto el padre como la madre de Virginia habían estado casados previamente y habían enviudado, como consecuencia de ello, al casarse, el hogar tenía hijos de los tres matrimonios. Leslie, el padre, tenía una hija de su primer matrimonio, Laura Makepeace Stephen, quien vivió con la nueva familia hasta que fue internada en un psiquiátrico luego de ser declarada mentalmente incapaz. A su vez, Julia, la madre de Virginia, tenía tres hijos de su primer matrimonio: George, Stella y Gerald, apellidados Duckworth. Juntos, los padres de la escritora, tuvieron otros cuatro hijos: Vanessa, Thoby, Virginia y Adrian.
Virginia no fue a la escuela, fue educada por sus padres en un acogedor ambiente literario de su hogar en Kensington. Recibió también clases de profesores particulares. La brillantes de su padre Sir Leslie Stephen y sus buenas relaciones con importantes figuras como William Thackeray, Henry James, Thomas Hardy, Alfred Tennyson, Julia Margaret Cameron y Edward Burne-Jones quienes frecuentaban asiduamente la casa de familia, benefició tanto a Virginia como a sus hermanos por haber sido criados en un entorno lleno de influencias de la sociedad literaria victoriana. Además, poseían una inmensa biblioteca en su casa, en la que Virginia y Vanessa conocieron los clásicos de la literatura inglesa.
Su niñez fue bastante difícil, su primera crisis depresiva fue cuando repentinamente pierde a su madre. Dos años después sufre otro duro golpe emocional con la muerte de su medio hermana Stella, quien se había hecho cargo de la familia tras la muerte de la madre; y durante todos esos años, además, sufrió junto a Vanessa, abusos por parte de sus hermanastros. Cuando murió su padre de cáncer, en 1905, antes de que Virginia cumpliera los 23 años, la joven escritora ya había tenido su primer intento de suicidio.
   
   Los recuerdos más vívidos de Virginia Woolf sobre su infancia fueron los de St. Ives en Cornualles, donde la familia pasó las vacaciones de verano de 1882 y 1894. Talland House, era la casa de veraneo de la familia, los Stephen, tenían una hermosa vista a la playa y al faro de Godrevy. La fraternal casa fue un recurrente para Virginia, una casa que contiene los fantasmas de su infancia y que recordaría con mucho afecto por siempre y plasmaría en su famosa novela “Al Faro”, publicada en 1927, para la que Vanessa, su hermana, ilustra la portada.




El nombre de Virginia Woolf figura junto con el de James Joyce, Thomas Mann o Franz Kafka entre los grandes renovadores de la novela moderna. Experimentando con la estructura temporal y espacial de la narración, perfeccionó en sus novelas el monólogo interior, procedimiento por el que se intenta representar los pensamientos de un personaje en su forma primigenia, en su fluir inconsciente, tal y como surgen en la mente. Algunas de sus obras más famosas, como La señora Dalloway (1925), Al faro (1927) o Las olas (1931), ejemplifican este recurso mediante un poderoso lenguaje narrativo en el que se equilibran perfectamente el mundo racional y el irracional.



Woolf fue además pionera en la reflexión sobre la condición de la mujer, la identidad femenina y las relaciones de la mujer con el arte y la literatura, que desarrolló en algunos de sus ensayos; entre ellos, destaca por la repercusión que posteriormente tendría para el feminismo Una habitación propia (1932). No sólo abordó este tema en los ensayos, sino que también lo hizo en novelas como la inquietante y misteriosa Orlando (1928), en la que se difuminan las diferencias entre la condición masculina y la femenina encarnadas en el protagonista, un aristócrata dotado de la facultad de transformarse en mujer.

Hija de sir Leslie Stephen, distinguido crítico e historiador, Virginia Woolf creció en un ambiente frecuentado por literatos, artistas e intelectuales. Tras el fallecimiento de su padre, en 1905, se estableció con su hermana Vanessa -pintora que se casaría con el crítico Clive Bell- y sus dos hermanos en el barrio londinense de Bloomsbury, que se convirtió en centro de reunión de antiguos compañeros universitarios de su hermano mayor, entre los que figuraban intelectuales de la talla del escritor E.M.Forster, el economista J.M.Keynes y los filósofos Bertrand Russell y Ludwig Wittgenstein, y que sería conocido como el grupo de Bloomsbury. Elementos comunes de esta heterogénea élite intelectual fueron la búsqueda del conocimiento y del placer estético entendidos como la tarea más elevada a que debe tender el individuo, así como un anti conformismo político y moral.
                          Vanessa-la hermana                                             pintora                                                                   de Virginia.
                      Foto de Virginia                                                   junto a  su                                                              hermana.

           Cuadro-retrato que pinto Vanessa de
                                                    Virginia.


En 1912, cuando contaba treinta años, se casó con Leonard Woolf, economista y miembro también del grupo, con quien fundó en 1917 la célebre editorial Hogarth Press, que editó la obra de la propia Virginia y la de otros relevantes escritores, como Katherine Mansfield, T.S.Eliot o Sigmund Freud. Sus primeras novelas, Viaje de ida y Noche y día, ponen ya de manifiesto la intención de la escritora de romper los moldes narrativos heredados de la novelística inglesa anterior, en especial la subordinación de personajes y acciones al argumento general de la novela, así como las descripciones de ambientes y personajes tradicionales; sin embargo, estos primeros títulos apenas merecieron consideración por parte de la crítica.
                       Foto con T.S.Elliot
Sólo con la publicación de La señora Dalloway y Al faro comenzaron a elogiar los críticos su originalidad literaria. En estas obras llaman ya la atención la maestría técnica y el afán experimental de la autora, quien introducía además en la prosa novelística un estilo y unas imágenes hasta entonces más propios de la poesía. Desaparecidas la acción y la intriga, sus narraciones se esfuerzan por captar la vida cambiante e inasible de la conciencia.





               Influida por la filosofía de Henri Bergson, experimentó con especial interés con el tiempo narrativo, tanto en su aspecto individual, en el flujo de variaciones en la conciencia del personaje, como en su relación con el tiempo histórico y colectivo. Así, Orlando constituye una fantasía libre, basada en algunos pasajes de la vida de su amiga y también escritora Vita Sackville-West, en que la protagonista vive cinco siglos de la historia inglesa. En Las olas presenta el «flujo de conciencia» de seis personajes distintos, es decir, la corriente preconsciente de ideas tal como aparece en la mente, a diferencia del lógico y bien trabado monólogo tradicional.

Virginia Woolf escribió también una serie de ensayos que giraban en torno de la condición de la mujer, en los que destacó la construcción social de la identidad femenina y reivindicó el papel de la mujer escritora, como en Una habitación propia. Destacó a su vez como crítica literaria, y fue autora de dos biografías: una divertida recreación de la vida de los Browning a través de los ojos de su perro (Flush) y otra sobre el crítico Robert Fry (Fry).
Virginia Woolf, padeció a lo largo de su vida, una enfermedad mental hoy conocida como trastorno bipolar. 
 En uno de los accesos de una enfermedad mental que había obligado a ingresarla en varias ocasiones a lo largo de su vida, el 28 de marzo de 1941 desapareció de su casa de campo.
  En una de esas profundas depresiones, Virginia Woolf fue hasta un río cercano a su casa (el río Ouse), puso piedras en sus bolsillos y decidió terminar con su vida ahogándose, siendo encontrada días después.
Se despidió de su querido esposo a través de una conmovedora carta donde no sólo se percibe su padecimiento, tristeza y profundo dolor, si no también la gratitud y el gran amor que sentía hacia él.


RESEÑA DEL LIBRO(TIPO RESUMEN) Y OPINIÓN PERSONAL:
El ensayo de Virginia Woolf de este libro, se divide en seis capítulos, que tratan sobre "Las mujeres y la novela", pero en los que ella se sumerge de una manera cada vez más reflexiva y profunda conforme avanza, hablando de cómo se trataba a la mujer a lo largo de los diferentes siglos en la sociedad, el papel que representaba en ella, no sólo en la literatura, sino el acceso de la misma  a  determinados sitios, trabajos, sus derechos y deberes...Claramente, Virginia muestra una crítica contundente, con unos ejemplos y datos contrastados, de las injustas desigualdades a las que se ha visto sometida la mujer a lo largo de los siglos. 
 Desgranando un poco cada capítulo, y resumiendo lo más importante de cada uno, yo sacaría lo siguiente:
Capítulo 1:
Comenta como las mujeres no podían entrar cuando era jovencita en las bibliotecas, a no ser que fueran acompañadas de un "fellow" (ciertos miembros del profesorado universitario), o a menos que llevara una carta de recomendación.
  Que a las arcas de Gran Bretaña, no les "costaba trabajo" reunir dinero para levantar colegios para varones sólo, cuando a sus madres cada año se les hacía más difícil reunir dos mil libras. Que mejor que estar viendo escaparates, que sí hubieran aprendido antes algún oficio, o estudiado algo, en vez de estar viendo escaparates o saber sólo empolvarse la nariz. Claro, que lo único que les decían era que se dedicaran a casarse y a cuidar la casa, y a ir perfectas. 
  Y cuando ya podían tener algún penique "propio", penique que ganaran penique a usar por su marido, por eso a muchas no les interesaba ganar dinero.
Capítulo 2:
Virginia observaba que las mujeres no podían beber alcohol en los almuerzos, sólo los hombres.
  Por otro lado, pensaba que el hombre estaba constantemente preocupado por ser superior frente a la mujer: Que había hombres desde los que las temían, frente a su inteligencia, hasta los que las adoraban (incluso algunos germanos creían que había algo sagrado en ellas y las habían consultado como "oráculos"). Dice que algunos sabios  sostuvieron que su inteligencia es más superficial;otros  que su conciencia es más profunda;Goethe las honró; Mussolini las despreció. 
 Pero en el fondo, ella cree que para él ella es una joya del precio más incalculable, ya que les importa más la crítica de la mujer que otra cosa. Ella le carga de vitalidad, y estimula su sistema nervioso. 
  Antes de 1.918, los trabajos que podías ejercer sí eras mujer: leer a señores mayores, enseñar el alfabeto, trabajar en una guardería, o haciendo trabajillos en periódicos, escribiendo sobres, haciendo flores artificiales... Sí no heredabas a alguien, tenías que casarte con alguien que te mantuviera.
  También habla sobre el tema de que la mujer parecía ser el "sexo protegido", porque había determinados empleos que no ejercía, y comenta como, quizás, en un futuro se la vea ejerciéndolos, como por ejemplo: soldado, maquinista, repartidora...

Capítulo 3:
En este capítulo ella recalca, que quiere saber en qué condiciones vivían las mujeres en  Inglaterra, en la época de Isabel I.
  Por otro lado, se preguntaba "¿por qué las mejores obras y sonetos fueron escritos por hombres?"
  Algo que le llamó especialmente la atención fue que al abrir el libro de "Historia de Inglaterra"  del profesor Treverlyan, y buscando en el índice sobre "mujeres", se decía:" que pegar a la mujer era un derecho reconocido en el hombre, y lo practicaban sin avergonzarse tanto clases altas como bajas...Y sí una mujer se negaba a casarse con el caballero que habían elegido sus padres para ella, se exponía a que la encerraran a llave, la pegaran y la zarandearan  por la habitación".
  El matrimonio no era considerado una cuestión de afecto personal, si no de avaricia familiar, como se viene a deducir de lo anterior.
 Recalca Virginia, que en las obras de Shakespeare, se pone a la mujer como un ser con una fuerte personalidad, que se defiende: Cleopatra, Lady Macbeth..., pero..., esta es la mujer de la literatura..., la realidad como hemos visto más arriba era otra (en la imaginación tiene la mayor importancia, en la práctica, era totalmente insignificante).
  Virginia además decía, que sí Shakespeare hubiera tenido una hermana, por mucho talento que esta hubiera tenido, igual que su hermano, no hubiera corrido con la misma suerte que él, por ser mujer, por no haber podido recibir la misma educación, ni haber podido tener las mismas oportunidades. Inclusive, cuenta, que muchas mujeres escribían con seudónimo de hombre por vergüenza, y para tener alguna posibilidad.


Tantas y tantas dudas surgían en la mente de la escritora, que no veían respuesta tan fácilmente en ninguna enciclopedia o libro histórico:
¿A qué edad se casaban?¿tenían una habitación propia? ¿cuántos hijos solían tener? ¿por qué no escribían poesía? ¿sabían leer y escribir? ¿cómo se las educaba?

CAPÍTULO 4:
 Decía Virginia Woolf, en este capítulo que era una pena que aunque una  mujer tuviera la oportunidad de escribir porque tuviera "posibles" (dinero), y aunque tuviera talento, lo malgastaba porque  sólo escribía para descargar su ira y frustración de como se trataba a la mujer en aquella época en el campo cultural, y en los demás.
  El que una mujer con mucho talento para la pluma, hubiera llegado a convencerse de que escribir un libro era una ridiculez, y hasta una señal de perturbación mental, permite medir la oposición que flotaba en el aire a la idea de que una mujer escribiera, refiriéndonos aquí a una tal Dorothy Osborne (clase alta).
Y de esa señora mencionada arriba,  nos vamos a otro extremo, a Aphre Behn: una mujer de clase media que tras la muerte de su marido, se ganó la vida con ingenio. Tuvo que trabajar con los hombres en pie de igualdad (que es en lo que consiste el feminismo). Ella conquistó el derecho a decir lo que le parezca a una, es decir a tener libertad de mente, libertad de palabra. Y pudo vivir de la escritura.
La extrema actividad mental que se produjo en las mujeres a finales del siglo XVIII, las charlas y las reuniones, los ensayos sobre Shakespeare, la traducción de los clásicos, se basaba en el sólido hecho de que las mujeres podían ganar dinero escribiendo. Aquí destacan mujeres de la clase media escribiendo obras como: Orgullo y Prejuicio de Jane Austen, Cumbres Borrascosas de Emily Bronte...
   A comienzos del siglo XIX, cada escritora tenía el mérito de que pese a no tener una habitación propia, donde ir a concentrarse para ir a escribir (tenían que escribir en la sala de estar común), hacían un sorprendente trabajo, a pesar de estar expuestas a toda clase de interrupciones.Siempre, además, teniendo buen cuidado, que no sospecharan de sus ocupaciones los criados, ni las visitas, ni nadie ajeno a su círculo familiar. Jane Austen, por ejemplo, escondía sus manuscritos, o los cubría con papeles.  Se preguntaba en un principio Virginia "¿hubiera sido Orgullo y prejuicio una novela mejor si a Jane Austen no le hubiera sido necesario esconder su manuscrito para que no lo vieran sus visitas?", aunque luego recula, y piensa, que quizás es este el mayor milagro de todos: había en 1.880, una mujer que escribía sin odio, sin amargura, sin temor, sin protestas, sin sermones, sin influencias al fin y al cabo...
 Por otro lado, cuenta Virginia que la información con la que contaban para inspirarse en sus escritos las escritoras, a principios del siglo XIX , no podía ser otra que la observación del carácter  y el análisis de las emociones.
Cataloga a Jane Austen y a Emily Bronte, como las más atrevidas e intrépidas de su época, es decir, las que desoyeron las opiniones ajenas y publicaron con libertad sus obras.  
 También resalta en este capítulo que las novelistas de principios del siglo XIX, sí quieren contacto con el pasado lo debían de buscar a través de sus madres, porque apenas se escribía acerca de vida y costumbres en las obras.
  Una frase que resaltaría de este capítulo, de Virginia Woolf, sería la siguiente:

 Además, comenta que la poesía era la "salida prohibida" para la mujer.

CAPÍTULO 5.
 En este capítulo Virginia comenta como da finalmente, con un estante donde las novelas de mujeres se codean en número tantas como con las de hombres, y la mujer usa también la novela como un arte, y no sólo como un medio de autoexpresión.
Ya observa algún libro de poemas, como el de Lady Winchilsea, o incluso un libro en el que la relación entre dos mujeres puede ir más allá de la amistad, que dice que mirado dentro de cien años puede que tenga la suerte de ser mirado con más suerte y libertad.

CAPÍTULO 6:
Al observar a una pareja en el parque subir a un taxi, se plantea Virginia, sí el hombre necesita a la mujer y viceversa.
  Piensa que en nosotros presiden dos poderes, uno macho y otro hembra, y en el cerebro del hombre predomina el hombre sobre la mujer, y en el  cerebro de la mujer predomina la mujer sobre el hombre, y que el estado de ser "normal y confortable" es aquel  en que los dos viven juntos en armonía, cooperando espiritualmente. Sí se es hombre, la parte femenina del cerebro no deja de obrar; y la mujer también tiene contacto  con el hombre que hay en ella. También se refiere a la mente de esta manera, como "mente andrógina". Esta mente transmite la emoción sin obstáculos y es creadora por naturaleza. 
  Virginia pensó en Shakespeare como prototipo de mente andrógina, es decir, de mente masculina con elementos femeninos, aunque tampoco es que se puede afirmar, porque no se puede saber que pensaba el escritor de las mujeres.
   Creía, que no cabía duda, que la "escritura isabelina", hubiera sido muy distinta sí el movimiento feminista hubiera empezado en el siglo XVI y no en el siglo XIX.
  Finalmente, comenta en este capítulo que una debe de ser "mujer con algo de hombre" u "hombre con algo de mujer". Que la mente debe yacer abierta, para comunicar su experiencia con perfecta plenitud.

     
   La verdad es que ha sido una lectura muy intensa. Al principio, cuesta "arrancar" , pero cuando vas entendiendo su manera de expresarse, de pensar, esa manera de profundizar en las cosas, de divagar..., pues ya te va gustando mas el ensayo. Porque en el fondo, está mostrando cosas de unas épocas y haciendo críticas al mismo tiempo de un modo a mi parecer super inteligente, muy documentada, y  sin "medias tintas", así es que aunque en ocasiones "acabes agotada de tanta profundidad", je, je, merece la pena, leer este libro, y es admirable y hemos de sentirnos orgullosas el género femenino de que otra mujer escribiera esto, y la verdad es que cuando lo lees te da un subidón y piensas " que suerte la época que me ha tocado vivir, la libertad para leer cualquier libro, entrar en cualquier biblioteca, librería, y no sólo eso, si no a la hora de escribir y publicar..."Cuantas mujeres han tenido que luchar para que hoy tengamos esa libertad, que afortunadas somos hoy, hemos de aprovechar al máximo las oportunidades que tenemos, y sí piensas publicar este libro es el que te puede dar ánimos para darte ese "empujoncito" (piensa en la hermana de Shakespeare, je, je , ¡la  pobre!). 
Un libro para mi de máxima puntuación sin duda.Maravillosa Virginia.


               Los libros son los espejos del                                 alma.Virginia Woolf

ADAPTACIONES CINEMATOGRÁFICAS:
Trailer película  "Las horas".Sinópsis:
Historia de tres mujeres de épocas diferentes que tratan de encontrarle un sentido a la vida. A principios de los años 20, Virginia Woolf, en un elegante barrio de Londres, lucha contra su locura mientras empieza a escribir su primera gran novela: "Mrs. Dalloway". En los años 50, en Los Ángeles, a Laura Brown, una mujer casada y con hijos, la lectura de "Mrs. Dalloway" le resulta tan reveladora que empieza a considerar la posibilidad de cambiar radicalmente su vida. En Nueva York, Clarissa Vaughan, una versión actual de "Mrs. Dalloway", está enamorada de su amigo Richard, un brillante poeta enfermo de SIDA. 


https://www.youtube.com/watch?v=rpGyCh46dpU


Enlace que lleva a You Tube, para ver la Pelicula Orlando (en Español), basada en la novela de Virginia Woolf:



https://www.youtube.com/watch?v=3N1Bq9-wgR4
  
Enlace que lleva a You Tube para ver la película Mrs Dalloway, basada en la novela de dicha autora, también (Inglés con substítulos en español):


https://www.youtube.com/watch?v=mOE5nzvU9a0



                 
Escritorio donde solía  escribir Virginia Woolf.
Hoy todas  podemos tener una habitación propia para leer y escribir fácilmente,como podría ser esta.


6 comentarios:

  1. ¡Hola Gema!
    Junto con Austen, Woolf es una de mis escritoras favoritas de todos los tiempos, la adoro, de principio a fin; leí esta novela con solo 13 años, y aunque entonces me costó algo entender ciertas cosas, ya dejó una gran huella en mi (siempre me he planteado y replanteado todo y a todos, sobre todo entre hombre y mujer, la injusticias me pueden) y con el paso de los años he ido releyendo sus obras y cada vez, no se si será por el paso del tiempo, más me identifico con ellas.
    Era una mujer asombrosa, una escritora que ha abierto muchas puertas y ha hecho que se cierren en banda muchos hombres que no son ni han sido, capaces de ver que la mujer es tán válida o más que ellos.

    Una grandísima entrada.
    Besitos.

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    1. Hola guapa!
      La verdad es q leerlo c 13 años es normal q t costará entenderla...,me costó a mi c 35.,je, pero ha valido la pena no desistir, pq.refleja las injusticias muy bien y las crítica mucho mejor,y creo q ha sido precursora de muchas cosas y ha abierto caminos y conciencias.Le debemos estar agradecidas.
      Gracias por lo de "grandísima"entrada (en todos los sentidos?jeje,es broma),la verdad,es que me emocioné,disfrute tanto haciéndola,y de ahí su extensión tb.,pq tanto la lectura de este libro cmo la autora me han ganado.Y es mi homenaje a Virginia,se lo merece.Besitos.

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  2. ¡Qué entrada más completa! Una habitación propia es uno de los ensayos que más he disfrutado en la vida. A mí no se me hizo pesado, de hecho creo que tampoco se mete con toda la profundidad al problema, porque estoy acostumbrada a leer teoría feminista. Pero creo que, en cuestión de reivindicación literaria de la mujer, esta es una de las mejores, ya que viene de una persona que está dentro de ese ambiente.
    Me alegro de que lo disfrutaras, ¡un beso!

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    1. Hola,gracias Noelia,la verdad es q disfruté tanto la lectura cd.por fin le "cogí el ritmo".Es cierto,q.me costaba comprender su prosa al principio,pero conforme avanzaban capítulos la entendí mucho mejor y me gustó mucho como hablaba.Es la primera novela de corte feminista que leo con el club de lectura "Una habitación violeta",que no será la última por supuesto.Leere más de Virginia así como de otras autoras,y me iré acostumbrando al lenguaje más, teorías...
      Besos.

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  3. Hola, Gema! Una entrada muy bien trabajada. Leí"Una habitación propia" cuando estaba en segundo curso de carrera y me impactó mucho. Sin duda, un clásico indispensable. Hace un par de años vi una biografía de Woolf en un centro comercial y no pude evitar la tentación de comprarla. Esta mujer fue una maravilla!
    Gracias por esta entrada.
    Un abrazo!😊

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  4. Hola, pues si, una mujer pionera en esto del "feminismo", que abrió las puertas a muchas otras mujeres escritoras. Sus reflexiones son dignas de mención.
    Gracias por leerme y me alegro que te haya gustado mi reseña. Saludos guapa.

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